En Melilla la iniciativa estuvo  a cargo de  Miguel de Elizaicin,  coronel jefe del Regimiento de Taxdirt , unidad que entonces tenía su acuartelamiento en el Mantelete, cercano al fuerte de San Miguel, y cuyo último vestigio es lo que queda  de la llamada Casa de Aviación.

Elizaicin escribió, en el Telegrama del Rif  del 23 de junio de 1912, un artículo en el que ponía de manifiesto las bondades de una asociación juvenil de esta naturaleza. En el artículo, Elizaicin especificaba los artículos del decálogo de la organización inglesa, por los que la lealtad, la amistad, la cortesía, la obediencia y otras virtudes, debían formar parte del bagaje moral del explorador.

Un año más tarde se volvió a retomar el asunto, llevándolo esta vez hasta el  Comandante General, Gómez Jordana y de acuerdo con el Gobernador, General Villalba, encomendó a su ayudante, el comandante de Infantería Manuel García Álvarez, la tarea de instruir a los nuevos “scouts”.

En mayo de 1913 se consolida la formación del grupo de exploradores, cuyos estatutos fueron aprobados en el Casino Militar de la Avenida el 27 de julio de ese año. Volvió a renacer en enero de 1929, gracias al fuerte impulso dado por su delegado el coronel Miaja.

Se cedió  a los exploradores los barracones que la academia de árabe tenía en la calle Aviadores del Plus Ultra. La Asociación, en esta nueva época, llegaría a contar con unos 100 afiliados, agrupados en lobatos, 1ª, 2ª y 3ª. También se editó una revista, El Aullido del Lobo.

Su primera excursión, el 7 de abril, sería a los barracones cedidos por el Jefe de la Circunscripción, Manuel González Carrasco, en lo que fue hospital de Alfonso XIII

En la inauguración del Cine Perelló, el 29 de enero de 1932, y para recaudar fondos destinados a la asociación, los exploradores organizaron una función especial, que fue presidida por Miaja.

La sede de la calle Plus Ultra fue reformada e inaugurada el 5 de mayo de 1935, siendo, según la organización del grupo,  presidente del Consejo local el señor Soriano, comisario provincial el señor Revilla y secretario el señor Blanco. El local serviría incluso como sala de conferencias.